SOMBRERO PINTAO UNA TRADICIÓN QUE NO MUERE…

Los artesanos de la comunidad de Membrillar, en el distrito de La Pintada, Panamá, están profundamente preocupados por la tala indiscriminada de bosques en el país. Esta situación afecta directamente su oficio, ya que las plantas como la palma, bellota y pita, fundamentales para la fabricación del tradicional sombrero pintao, están disminuyendo. Estas plantas son la materia prima esencial para la confección de estos sombreros.

El proceso de elaboración del sombrero pintao es complejo y laborioso. Comienza con la recolección de la materia prima, seguido por un detallado proceso de trabajo artesanal. La duración de este proceso varía en función de las especificaciones del cliente y la habilidad y experiencia del artesano. La elaboración de un sombrero puede tomar entre 15 y 22 días, dependiendo del número de vueltas del tejido, que varía entre 15 y 18, y hasta 22 en algunos casos. El costo de estos sombreros también varía según la finura del tejido y los giros solicitados por cada cliente, con precios que pueden oscilar desde $450.00 hasta $1,000.00 o más.

Esta situación pone de manifiesto no solo la habilidad artesanal y la dedicación de estos artesanos, sino también la importancia de la conservación ambiental para preservar estas tradiciones culturales. La disminución de los recursos naturales necesarios para su oficio no solo afecta su sustento, sino que también amenaza una parte integral de la herencia cultural de Panamá.

«Se confecciona o teje con la fibra de las plantas llamadas bellota, junco y chonta; entonces con la cabuya y la pita se cose el sombrero» explicó Jaime Luna, Director Nacional de Artesanías del Ministerio de Cultura.
Además, para dar el tono negro del sombrero se utiliza la planta de chisná, «una vez que esta se cocina y queda de color rojo, se vuelve a cocinar y se coloca en lodo por tres días para que agarre el tono negro», el chisná es un árbol con muchas raíces y las hojas son las que se utilizan para dar color a la bellota.

Desde 2021, el Ministerio de Cultura de Panamá (Mi Cultura) y el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) han establecido un convenio de cooperación bilateral enfocado en la preservación de recursos naturales, beneficiando directamente a los artesanos. Este convenio tiene como objetivo principal conservar los recursos que proveen los insumos esenciales para la artesanía tradicional, incluyendo el emblemático sombrero pintao.

Entre las especies clave de este convenio se encuentra la tagua, utilizada por los pueblos originarios Emberá y Wounnan, y la palma bellota, esencial en la elaboración del sombrero pintao. Además, se contempla la conservación de la jagua, usada por los indígenas para la pintura corporal. Se enfatiza la importancia de preservar estos recursos naturales para el patrimonio cultural de Panamá, incluyendo la implementación de técnicas innovadoras como la creación de un banco de germoplasma (semillas de laboratorio) para estos cultivos.

Esta alianza surge como respuesta a la creciente preocupación de los artesanos que dependen de una gran cantidad de materia prima natural. Ellos han observado que los recursos que antes se recolectaban de forma silvestre ahora están escaseando debido a la deforestación y otros factores ambientales.

La situación requiere una toma de conciencia ciudadana, así como la creación de políticas públicas y privadas para preservar las especies de plantas nativas. Esta iniciativa es crucial para asegurar que los elementos culturales, como el sombrero pintao y otras artesanías, no se encuentren en peligro de extinción, manteniendo vivas las tradiciones y el legado cultural de Panamá.

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